La leyenda de la Aljafería
- Blanca Murillo

- 26 oct
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 oct
Hay quien dice que la Aljafería apareció en plena Zaragoza como por arte de magia. Corría el siglo XI cuando en Zaragoza gobernaba el emir Al-Muqtadir y de este rey se decía que era un poco llorón ya que a pesar de tener un gran palacio (del que solo conservamos el Torreón de la Zuda) no estaba contento.

El rey se quejaba porque en los calurosos veranos Zaragozanos no podía dormir y además cuando en la ciudad había descontento, hambrunas o revueltas él se sentía muy expuesto. Es por eso que por las noches el rey se escapaba de incógnito, salía de la ciudad y paseaba por la ribera del Ebro, donde se lamentaba y decía:
"Con los fresco que se está aquí, con la brisa suave que corre ¿Por qué no podré tener yo un palacio aquí?".

Tanto lloraba el rey que una noche se quedó dormido y cuando despertó un magnifico palacio se había levantado a su alrededor.
Eso sí, esto al rey no le salió gratis, ya que cuando despertó se había presentado ante él el alma del Ebro y le dijo:
"Si quieres conservar este palacio deberás entregarme a tu concubina favorita"
El como termina la historia es evidente, porque el palacio lo conservamos y de la pobre concubina no volvemos a saber nada. Parece ser que al rey esto no le supuso un gran problema ya que estaba tan enamorado de su palacio que lo llamaba su palacio de la alegría.

La Aljafería está llena de leyendas, historias de amor y también de muerte, si no te quieres perder ninguna no te olvides de reservar la visita a este magnífico palacio con nosotras, con salidas todas las semanas de jueves a lunes.
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